Las semillas de chía están llenas de fibra soluble e insoluble, que ayudan a regular los movimientos intestinales y prevenir el estreñimiento. La fibra soluble absorbe agua y forma una consistencia similar a un gel, ablandando las heces y facilitando su paso. La propiedad de formación de gel de las semillas de chía recubre el estómago y los intestinos, ayudando a calmar la inflamación. Este efecto protector puede ser beneficioso para las personas con reflujo ácido, úlceras o síndrome del intestino irritable (SII).
Las semillas de chía absorben hasta 10-12 veces su peso en agua, formando una consistencia similar a un gel en el estómago. Esto ralentiza la digestión y te ayuda a sentirte lleno por más tiempo, reduciendo la ingesta total de calorías. A pesar de ser densas en nutrientes, las semillas de chía son relativamente bajas en calorías, lo que las convierte en una gran adición a una dieta para perder peso. Proporcionan nutrientes esenciales como omega-3, fibra y proteínas sin calorías excesivas.
Las semillas de chía son una excelente fuente vegetal de ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3 que ayuda a proteger el corazón. Los omega-3 reducen la inflamación, disminuyen los triglicéridos y previenen la acumulación de placa en las arterias, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas. La fibra y las grasas saludables en las semillas de chía ayudan a reducir los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL), también conocida como colesterol malo. Al mismo tiempo, aumentan la lipoproteína de alta densidad (HDL), el colesterol bueno que protege la salud del corazón. Los antioxidantes como la quercetina en las semillas de chía ayudan a combatir el estrés oxidativo, que puede dañar las células y arterias del corazón con el tiempo.
Las semillas de chía son una de las mejores fuentes vegetales de calcio, lo que las hace ideales para las personas que no consumen lácteos. Están llenas de calcio, magnesio y fósforo, esenciales para la fortaleza ósea. El magnesio desempeña un papel clave en la absorción de calcio, asegurando que los huesos reciban los nutrientes que necesitan. Los ácidos grasos omega-3 en las semillas de chía también ayudan a reducir la inflamación ósea, lo que es beneficioso para condiciones como la osteoporosis y la artritis.
Aunque las semillas de chía son generalmente seguras y beneficiosas para la salud, debes consultar a un médico antes de consumirlas en grandes cantidades.